Mi historia entre naturaleza y sueños

Comienzo del proyecto Todoservivo.org

Mi alma viajera fue impulsada con una película: Into the Wild. La historia de Christopher McCandless encendió en mí algo que llevaba años buscando sin saberlo: la forma de viajar que más se ajusta a mi manera de ser. El autostop me ofrecía lo que siempre había querido: cercanía con las personas, libertad total y la oportunidad de vivir cada momento sin distracciones. Mi primera prueba llegó con Cris, cuando salimos desde Galapagar hasta Ribadeo, recorriendo más de 500 kilómetros en 8 días. Cada coche, cada conversación y cada noche bajo las estrellas me confirmó que había encontrado lo que más me llenaba.

Ese primer viaje fue solo el comienzo. Años después, con Paula, me lancé a lo grande: dejarlo todo para recorrer Europa en autostop, con la idea de llegar hasta donde el cuerpo y la mente aguantaran.

En mi tercer viaje nació las ganas locas de dar la vuelta al  mundo, en este viaje con Dani, cruzamos decenas de fronteras, sumamos miles de kilómetros y vivimos experiencias imposibles de olvidar. Entre ambos viajes acumulé más de 27.000 kilómetros a base de confianza, curiosidad y carreteras interminables. Fue ahí donde nació la semilla de mi proyecto Todoservivo, un puente entre mi pasión por los animales y mi forma de viajar, que hoy sigue creciendo a través de esta marca.

Cada uno de esos kilómetros me enseñó que el mundo es más pequeño de lo que parece y que la conexión humana no tiene fronteras. De ahí nació mi deseo de crear algo con propósito: una marca que apoye directamente a las especies en peligro y que conecte a las personas con la naturaleza de una forma diferente.